miércoles, 25 de abril de 2012

XXXI

Mirando en el hogar estaba un día,
la llama que en un tronco seco ardía,
y era tal su potencia al empezar
que inocente,yo no llegué a pensar
que aquel fuego a apagarse llegaría.
Y a medida que el tiempo iba pasando
por no haber qué quemar se fué apagando
y ya un rato después era carbones
encendidos, después negros tizones
que en ceniza habían ídose tornando.
Pues lo mismo que el fuego es la pasión;
arde con loca llama y abrasa el corazón,
y después con el tiempo, ya vencida
de cenizas cubierta , ya se olvida
y no tiene esperanza , ni ilusión.
20 de Enero 1944