martes, 11 de diciembre de 2012

Felicitación a Mari Carmen

Reproduzco aquí el texto de la izquierda de la postal. Los de la derecha son de Segundo y José, hermanos de Lisardo y que estuvieron con el en Wiesbaden.
Con alegría sin igual
te dedico en este día
esta bonita postal,
Mari Carmen, hija mía.
Y que en tu preciosa edad
tengas la felicidad
que tu padre te desea
para que aunque no te vea
le servirá de contento
verte con el pensamiento
muy feliz y muy dichosa
igual que una mariposa
jugueteando en el viento
volando de rosa en rosa.
Adios, pues, y no te olvides
de ser buena y obediente,
aplicada y diligente,
para que si algo me pides
darte cariñosamente.
Tu padre te envía muchos besos,
Lisardo
Wiesbaden, 11 de febrero de 1962

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Tortura

¡Otra vez esta noche
He soñado con ella!
¡Malhaya el loco pensamiento mío
Que tan lejos me lleve
Sin ver que es imposible
Que después del ayer pueda quererla!
¿Por qué me martirizas?
¿Por qué sin más ni más me la presentas
sin mirar que el pasado
es tan solo el pasado que atrás queda?
¿Por qué me torturas
con tan locas quimeras
si la vida es muy otra,
y es soñar imposible, sueños de ella?
Es verdad que la amaba;
que la quise de veras
con pasión cegadora
como nadie en el mundo ha de quererla...
con una cosa que a explicar no acierto
¡pero que supe bien sentir por ella!
Y el recuerdo me abrasa
y cuando pienso sin querer me quema.
El amor que la tuve fue tan puro
- pese a las malas lenguas -
que tan solo su madre igual la quiere.
¡Por quererla tan bien... quizá se fuera!
Yo no tuve la culpa de adorarla,
yo no tuve la culpa de quererla,
adentróse en mis huesos
hasta la misma médula
y cautivo quedé entre su sonrisa
como la lana en el zarzal se queda,
o cual queda el incauto pajarillo
fascinado al mirar de la culebra.
He querido olvidarla y sin embargo
lejos de aborrecerla
el corazón enternecido llora
al recordar aquellas
horas tan dulces que pasé a su lado
cuando en mis brazos dócil prisionera
a la caricia del amor vendía
el alma joven de ilusiones plena.
Bercimuelle, 17 de Febrero de 1941

martes, 30 de octubre de 2012

Otras poesías

Perdón por el descanso, seguimos por aquí. Las poesías de las dos libretas escritas a mano que dejó mi abuelo ya estan todas publicadas en este blog, aunque aún quedan unas cuantas más, escritas más tarde, que tengo en varios archivos y que quiero ordenar en cuanto tenga tiempo.
También falta terminar su historia, tengo que redactarla un poco más en orden y publicarla, espero, pronto.
Hasta entonces, espero que lo que hay publicado hasta el momento os haya arrancado alguna emoción.

martes, 9 de octubre de 2012

XLVI

Mira, quién te mató
hoy ya te rinde culto;
ayer vivo, un insulto,
hoy muerto una oración.
Septiembre 1945


martes, 2 de octubre de 2012

XLV

¿Podrá ser?
Siempre estoy deseando verte
y no te debiera ver,
pues sin quererte querer
estoy queriendo quererte.
Septiembre 1945

martes, 25 de septiembre de 2012

XLIV - Sólo por tí


¡Quiero escribir! A ti voy,
y a ti, no se va durmiendo;
se va en el papel diciendo
lo que el alma siente hoy;
sé que muy pequeño soy
más quiero darme a los dos.
Quiero dejar de mí en pos
algo de este alma sencilla
que ante tus ojos se humilla
y a través de tí, ve a Dios.
1 de Agosto de 1944

martes, 18 de septiembre de 2012

XLIII - Despedida


Tu amor fue para mí un día
el objeto venerado;
el tesoro más preciado
que un hombre puede anhelar.
Te amé con tanta ternura
que tu amor me arrancó llanto
y te quise tanto y tanto
como nadie te querrá.
En el fondo de mi pecho
mi ilusión levantó un trono
a tu amor, y tu abandono
por tierra lo hizo rodar.
Más, todo se fue en el tiempo
sin dejar apenas huellas,
ahora ya, que las estrellas
no nos vuelvan a engañar.
Yo en mi ilusión me creí
que eran uno, nuestros sinos,
y hoy se apartan los caminos
para no juntarse más.
Sigue el tuyo con valor,
que yo seguiré mi senda
libre ya de aquella venda
que ya no me cegará.
Y si en tu triste camino
encuentras a la Amargura
no aumentes tu desventura
queriendo volver atrás.
Hay que seguir y seguir
aunque pesen los abrojos:
no son de rosas manojos
lo que se vió al empezar.
Hay que seguir y seguir
siempre adelante, adelante
sin detenerse un instante
hasta llegar al final.
Que es el final, la ventura
que nos ofrece el amor
sutil aroma de flor
que el alma adormecerá.
Y si sé que feliz vives
en medio de dulce calma
yo sentiré que mi alma
también feliz vivirá.
Más, si en vez de ser dichosa
vives azar descontenta,
entonces escucha atenta:
¡quizá me sientas llorar!
Adiós, pues, y no te olvides
que Amor da la despedida;
¡ya nunca más en la vida
mi amor te volverá a hablar!
12 de Julio de 1944

martes, 11 de septiembre de 2012

XLII - El canto de la alondra

Háse el viento dormido en los rosales
con pasión amorosa
como duerme la rubia enamorada
reclinada en el pecho del que adora,
arrullada en sus sueños de ventura
por los besos que estallan en su boca
y el reir placentero de una fuente
y el cantar de una alondra.
La mirada se pierde vagamente,
extasiada, en la noche silenciosa
y al calor del recuerdo de Madrid
siento que el alma dulcemente goza.
Y mirando la luna nacarada
que como una princesa reina sola
eclipsando la luz de las estrellas
que se duermen celosas;
escuchando el murmullo del regato,
y sintiendo el susurro de la fronda,
y el reir de las fuentes cristalinas
y los mágicos trinos de la alondra,
y aspirando el perfume de los lirios
los nardos y las rosas,
un suspiro se quiebra en el alcázar
silente de las sombras,
mientras la mente acalorada sueña…
y en el fondo del ser, el alma llora
evocando a Madrid, mi dulce sueño,
que se quiere borrar de mi memoría
cual se borra la estrella en la mañana
al salir de la aurora.
Y al mirar que se pierde ya el recuerdo
de mi amado Madrid, entre las sombras,
y el pasado feliz, todo ventura,
siento que estoy con mi nostalgia a solas
como el barco en el mar, lejos del puerto,
-¡lejos yo de Madrid!– entre las olas.
Es el puerto, Madrid, donde yo aspiro
a volver a cantar como una alondra
cuando el sol se marchaba por las tardes
y llegaba la noche silenciosa.
Era yo cual la alondra mañanera
que canta con la aurora
porque viene con ella un sol radiante
que besará la fronda
y pondrá sus reflejos en las plumas
que hizo tibias la noche misteriosa.
Yo cantaba en Madrid, como ella canta
¡enamorada y loca!
esperando al galán que en mi ventana
me dijera palabras amorosas
y me hiciera soñar hablando quedo
y acercara sus labios a mi boca.
¡Ay, Madrid! Ya no sé si tú te fuiste
o fui yo, quien se vino de tu sombra;
sólo puedo decirte en mi añoranza,
que ya no canto con el alma toda;
solo sueño y suspiro, en tí pensando,
y no sé si la alondra
por las noches, ha vuelto a despertar
a la noche callada y misteriosa.
9 de Mayo de 1944

martes, 4 de septiembre de 2012

XLI


¡Qué caprichoso es mi sino!
En una tarde serena
encontréme una azucena
en medio de mi camino.
¿Fué dichoso mi destino
encontrando aquella flor?
No lo sé; pero en su olor
sentíme tan embriagado
que después de ya pasado
siento que es mucho mejor
- por que me habla de amor –
el tiempo que se ha marchado.
15 de Agosto de 1944

martes, 28 de agosto de 2012

XL

Ya no me miras cuando te miro
ya no me hablas cuando te hablo
ya no sonríes cuando mi risa
una sonrisa pide a tus labios
30 de Junio de 1944

martes, 21 de agosto de 2012

XXXIX


Yo escuché en el silencio de la noche
desgranarse el tesoro de tu voz
y su dulce y sonora melodía
lentamente prendióme el corazón.
Y sentí que te amaba dulcemente
y soñé por la noche con pasión
y al pensar que no puedes ser de nadie
en silencio lloró mi corazón.

8 de Mayo de 1944

miércoles, 15 de agosto de 2012

XXXVIII

Yo quisiera que un hada
velase tu sueño
y cubriera tu lecho con velo de tul.
Yo quisiera mi amada
de tu amor ser dueño
y en los brazos del hada cruzar el azul
8 de Mayo de 1944

miércoles, 8 de agosto de 2012

XXXVII


No sé qué tiene la primavera
que en el cantar de los ruiseñores,
en el remanso de la pradera,
en la fragancia de lindas flores
y en ese encanto que llega al alma,
dulce reposa mi mente inquieta
y al verme en medio de tanta calma
algo me dice que soy poeta.
15 de Abril de 1944

domingo, 29 de julio de 2012

XXXVI - Décimas

Anoche con alegría
te vi, tan pura y tan bella,
que parecías una estrella
entre todas las que había,
y sentí que el alma mía
se remontaba a la altura
en busca de una ventura
que sólo se haya en los cielos,
y tuve de todos celos
porque veían tu hermosura.
¿Qué poderosa atracción
tu virtud, sobre mi, ejerce,
que la mente se me tuerce
hacia tí con obsesión,
y siento que el corazón
de loca pasión me inflama
y se trueca en una llama
que consume mi existencia
sintiendo que la paciencia
sucumbe al deseo que clama?
Y cual poderoso imán,
irresistible me atrae
y mi fortaleza cae
vencida por loco afán;
siento que mis ideas van
lejos, muy lejos, de aquí;
siempre estoy pensando en tí
temblando dejar de verte
que yo quisiera tenerte
siempre muy cerca de mí.
Quisiera estarme mirando
en esos ojos tan bellos
que son de amor, dos destellos
y siempre estar escuchando
- cual si estuviera soñando –
tu palabra seductora,
como al cantar de la aurora
escucha el alma callada,
el trino que en la enramada
mil encantos atesora.
Yo tus virtudes adoro
como a un Dios en el altar,
y es tu belleza sin par
preciosísimo tesoro
de más válida que el oro
las perlas y los diamantes.
¡Quién pudiera los amantes
brazos, tenderte, mi vida,
y verte en ellos rendida
viendo tus ojos brillantes!
Y quisiera, vida mía,
en esas noches de ensueño,
despierto a tu lado, un sueño,
soñar, con melancolía,
escuchando en lejanía
el rumor de la corriente
del arroyo y de la fuente,
y que la luna celosa
en la noche silenciosa
iluminase tu frente.
Quisiera yo con ternura
apagar en esa boca,
esta sed ardiente y loca
besándote con dulzura
diciéndote mi ventura
llena el alma de ilusión
y al calor de la pasión
unir con estrechos lazos
ese talle entre mis brazos
sintiendo tu corazón.

Quizá hoy no aciertes a ver
lo que en mí pasando está;
más, si algún dia quizá
lo llegas a comprender,
cúlpale siempre al querer
de mi insensata quimera;
que si en tan veloz carrera
mis pensamientos se van,
no se dónde volverán
ni lo adivino siquiera.
6 de Marzo de 1944

jueves, 19 de julio de 2012

XXXV


Cuando miro sonriente
tu cara de bondad llena
blanca como una azucena,
¿qué es lo que pasa en tu frente?
Quisiera yo ocultamente
entrar en tu corazón
llenándolo de ilusión,
y aún siendo de mármol frío,
se abrazaría como el mío
en volcánica pasión
¿En qué piensas, vida mía,
cuando te miran mis ojos?
¿Tornáralos con enojos
sabiendo que te quería,
sabiendo que te daría
lo que quisieses mejor?
Tú arrancastes una flor
que en mi corazón creciendo,
feliz me estaba volviendo,
y en él plantastes tu amor.
Y hoy ese amor me arrebata
y será mi desventura;
no podré de tu hermosura
el dueño ser, y me mata
esta realidad ingrata
que el sueño quiere borrar.
Yo sueño para olvidar
y aún el sueño me traiciona
pues ciñendo una corona
me la quita el despertar.
25 de Febrero de 1944

domingo, 1 de julio de 2012

XXXIV

Nada dura, todo cambia
aunque parezca mentira
cambia el mundo sus costumbres
cambia el hombre su vida.
Unos, desde mala a buena
y otros de buena a maligna
y yo cambié como todo,
de mala, en buena la mía.
Loco seguí la corriente
que envenenando mi vida
me apartaba de la senda
de la cristiana doctrina.
Hace poco tiempo era
el que inconsciente corría
entre amigos y entre voces
sin reparar lo que hacía
Rondando por las ventanas
entre hielos y ventiscas
esperando por las calles
con efímera alegría.
Otras veces la blasfemia
mi pobre alma mordía
y la iba matando lenta
arrebatando mi dicha.
Como pierpe que se enrosca
en el tronco de una oliva
y se abalanza traidora
sobre aquél que va a subirla
enroscadas en mi alma
estaban ideas malditas
que empujándome al pecado
mi corazón destruían.
Ya no me agradan los juegos
las rondas y lasorgías
aunque tarde, pienso ahora
de una manera distinta.
Aquello ya ha terminado;
ahora ya soy el que mira
desde el cieno de aquí abajo
la diafanidad de arriba.
El que sabe amar sufriendo
y al amor se sacrifica.
El que reza y el que llora,
el que se afana y suspira.
Y el que levanda lacruz
y la novela derriba
porque es el virus que mata
de la virtud la semilla.
El que coge el catecismo
y aprende la doctrina
como de niño en la escuela
cuando no había malicia,
cuando la vida eran rosas
y al marcharse aquella vida,
deshojándose la flor
sólo quedaron espinas.
Soy el que espera el domingo
que toque la campanita
de la iglesia, que nos llama,
en voz potente repica
Siento al entrar en el tempo
una cosa que me asombra
que me llena de una fe
arrolladora y divina
una cosa que me atrae
que con su fuerza me inclina
y me hace mirar a Cristo
doblándome la rodilla!
Desde niño, pocas veces
había vuelto a ir a mis,
hoy voy domingos y fiestas
y todos los días iría.
Y voy firme, confiado
con esa íntima alegría
que se seinte allá en el fondo
del alma cuando se inclina
hacia el bien que es que ayuda
a darnos eterna vida.
De este cambio que se ha obrado
de pronto en la vida vía
dos seres fueron la causa,
dos, a quien debo la dicha
de encontrarme varias veces
con la conciencia tranquila.
Me hicieron ver el error
que en cosas de fe tenía
y lo supe comprender
más pronto que ellos creían.
Dejé de creer que el cielo
era un dosel que lucía
solamente por hacerlo
en brillante pedrería.
Febrero 1943

Tengo que pedir perdón, hace mes y medio que no actualizo. Hemos estado de vacaciones y no me llevé las poesías así que no pude subir ninguna. Espero seguir subiendo en las próximas semanas el resto de poesías, al menos una semanal, según vaya pudiendo.
Esta es la última de su primer cuaderno, y puede que haya algún error en mi transcripción ya que esa última hoja del cuaderno está muy gastada y algunas palabras prácticamente no se ven.

lunes, 14 de mayo de 2012

XXXIII

Yo la estuve esperando mucho tiempo,
yo la estuve escribiendo más y más,
yo no pude romper su frío silencio,
negóse a contestar.
Yo sufriendo mi negra desventura
en la sombra de inquieta soledad,
viendo pasar el tiempo lentamente.
Ella riendo quizá.
Y una noche de Noviembre, silenciosa,
de unos labios divinos de coral
escuché la sentencia que mataba
un amor tibio ya .
La que tanto adorabas quiere a otro,
dijóme suspirando - ¡Olvidala!
Y al clavar en los míos, sus ojos verdes,
en ellos ví brillar,
toda un alma ideal que apasionada,
sonriendo, pedía felicidad,
y por ello celosa suspirando
me dijo: - ¡Olvidala!
21 Enero 1944


jueves, 3 de mayo de 2012

XXXII

Soñé que era un poeta
y que en un bosque lejano yo vivía
y alejado de todo, mi alma inquieta
gozaba en dulce adoración secreta
y al besarte, tu boca sonreía
29 Febrero 1944

miércoles, 25 de abril de 2012

XXXI

Mirando en el hogar estaba un día,
la llama que en un tronco seco ardía,
y era tal su potencia al empezar
que inocente,yo no llegué a pensar
que aquel fuego a apagarse llegaría.
Y a medida que el tiempo iba pasando
por no haber qué quemar se fué apagando
y ya un rato después era carbones
encendidos, después negros tizones
que en ceniza habían ídose tornando.
Pues lo mismo que el fuego es la pasión;
arde con loca llama y abrasa el corazón,
y después con el tiempo, ya vencida
de cenizas cubierta , ya se olvida
y no tiene esperanza , ni ilusión.
20 de Enero 1944

martes, 27 de marzo de 2012

XXX

De mi jardín corté un ramo de flores
y ofrecílas galante a tu hermosura,
y en tu pecho con ilusión de amores
las prendiste amante y con dulzura .
En tu pecho hechicero se mecían
y acercaste tus labios por besarlas,
al rozarlas tu faz, palidecían
y ya secas, tuviste que tirarlas.
26 Enero 1944

martes, 20 de marzo de 2012

XXIX

Yo ví en tus castaños ojos
de amor, la llama brillar,
y en tus labios, siempre rojos,
cual de claveles manojos,
fiebre loca de besar.
Yo sentí tu voz velada
y ahogada por la emoción,
voz engañosa y amada
que quería la pasión
conservar disimulada.
Yo sentí junto a mi pecho
tu pecho, cuando al bailar
le sentía palpitar
y un puñal iba derecho
a mi alma traspasar.
Yo ví en sueños una flor
y suspirando de amor
con fervor llegué a adorarla.
Vi espinas que con dolor
claváronseme al tocarla .

25 de enero de 1944

martes, 13 de marzo de 2012

XXVIII

Escucha vida mía: cuando soñamos,
¡qué felices en el sueño hemos vivido!
y luego despertamos
y despiertos, ¿verdad? hemos reído.
26 de Enero de 1944

viernes, 2 de marzo de 2012

XXVII

Cuando ciño con mi brazo tu cintura,
tu mirada, tan pura como un rayo de sol
deshaciendo las tinieblas de mi alma
como un fuego sagrado, me quema el corazón
15 de Enero de 1944

viernes, 24 de febrero de 2012

XXVI

Amor sin esperanza
de ser correspondido,
amor que sufre y calla
queriendo que el olvido
como bálsamo cure
el corazon herido.
Así es el que yo siento
por una niña hermosa
como un día de sol,
su cara es una rosa
y a su lado la flor
marchítase celosa.
Es tan angelical,
tan simpática y bella…
Pero es tan imposible
llegar donde está ella,
como subir al cielo
y coger una estrella
25 Enero 1944

miércoles, 15 de febrero de 2012

XXV - Sobre las tumbas (A mi madre)


Una tarde de sol, fría de Diciembre
me vine al cementerio,
separándome un poco de los vivos
y juntándome un poco con los muertos;
escapando al bullicio de la vida
por gozar un instante del silencio
que flotando en el aire del recinto
lo reposan callados los espectros,
hace que el alma, de la tierra huya
remontándose al cielo.
Pienso en mi madre, que en su tumba fría
durmiendo está en silencio
olvidada de todo lo pasado
ateridos sus huesos.
Y quise hablar con ella, que lo mismo
que se sabe una cosa que no vemos
y entendemos lenguaje imperceptible,
lo mismo puede hablarse con los muertos.
- Retira con tus manos, madre mía
el helado sudario, que tus huesos
envuelve, desde el día que te vimos
subir al cementerio,
entre llantos de gentes doloridas
con rumor de plegarias y de rezos.
Retírale, que estoy aquí yo solo
de vivos, entre los muertos,
que a mí ya no me espanta este recinto
de carcomidas cruces tan relleno
lo llevais ya los días y los años
silenciosos durmiendo.
Desde que te marchaste
aprendí madre mía, a no tener miedo,
Por eso no me espantan,
ni me llenan de horror los cementerios,
ni me causa pavor estar tan solo
velando vuestro sueño,
que parezco una sombra más, llegada
de la corte glacial de los espectros.
Abandona un instante tu sepulcro,
tu funerario lecho
y mírame, que solo de los vivos
estoy entre los muertos.
Y muéstrate a mis ojos
dejando ya tu sueño,
que parece que aún te estoy mirando
cuando me iba a la escuela tan contento
porque tú me peinabas
y ondulabas amante mi cabello
y besando mi frente me decías
que fuera niño bueno,
que estudiara aplicado y silencioso
respetando las canas del maestro.
¡Estoy aquí en tu tumba ,madre mía:
quiero ver otra vez tus ojos negros
y abrasarme en su brillo idolatrado
y sentir la caricia de sus besos
que ponían en mi alma la alegria
y el reposo ,de todo lo pequeño!
Si pudieras hablar, preguntarías,
qué fue de los abuelos,
qué fuede los hermanos,
qué, del hogar deshecho,
qué, del hombre adorado que dejaste
zozobrando en el mar de los tormentos.
Pero nada respondes: estoy solo
en medio del silencio.
No haces caso de mí, que estoy llorando
y por consuelo rezo.
Yo que solo por verte, te daría
¡aquello que poseo!
aquello que me diste
en tus sabios consejos.
¿Sabes, madre, cual es? Escucha atenta,
que aunque no es un delito, yo no quiero
que nos oigan los otros que en sus tumbas
durmiendo estan su sueño.
Es la luz que en la escuela recibía
de labios del maestro
y lección tras lección se fue formando
en mi frente sombría por el desvelo
hasta ser un tesoro inapreciable
que cada día lo aumento
y me llena de orgullo y de ventura
cuando despierto sueño.
Es el alma sencilla que me diste
y que llevo en el fondo de mi pecho
que me ayuda a seguir mi sacrificio
y me sirve de freno en mis deseos.
Yo que pasé la infancia,
desventurado y huérfano
sin tu cariño, solo,
como el barco en el mar, lejos del puerto
si por locos azares del destino,
me alejo de mi pueblo,
sentiré que en él queda sepultado
un mar inagotable de recuerdos.
¿Quién entonces, tu tumba idolatradra,
habré de visitar, pisando quedo
para no despertar tu sueño augusto?
¿Quién un poco de amor traerá a tus huesos?
Quizá no venga nadie, madre mía,
a rezar en tu cruz un padrenuestro.
Nadie. Solo al volver la primavera
como reina, traerá lindo cortejo
de verdor y de flores diferentes,
regatos cristalinos, claro cielo.
Días brillantes de sol, noches de luna,
- noches claras de ensueño -
que nos llenan de gozo y de nostalgias
viendo, en alas del tiempo,
que la infancia se aparta de nosotros
quedándose muy lejos,
donde apenas la vemos entre tinieblas
que váse diluyendo.
Volverá a sonreir la primavera
y vendrán ruiseñores y jilgueros
con sus alas pintadas de colores
a traer en armónicos gorjeos
melancólicas notas de la lira
que tu hijo, te enviará desde muy lejos,
y al chocar con el aire del recinto
sagrado de los muertos,
sentirás convertida la armonia
en fervoroso y dulce padrenuestro.
Bercimuelle 27 Diciembre 1943
La fotografía que muestro es la única existente de Zoila, la madre de mi abuelo, que murió dando a luz siendo mi abuelo un niño. Él era el mayor. Poco después de morir Zoila y el bebé que paría, murió también el más pequeño de los hermanos.

domingo, 29 de enero de 2012

XXIV - Inagotables

Como el mar, que se lanza impetuoso
con furia de coloso,
sobre el negro peñón de la ribera,
y otras veces suave y cariñoso,
en la playa ,buscando su reposo
al barquichuelo espera;
Como aire, que alimenta los pulmones,
y negros nubarrones
lleva en loca carrera, desbocado,
y otras veces, perfumes y canciones
que brotando de amantes corazones
alaban al amado;
Como cielo, tranquilo y despejado
de estrellas tachonado,
en la noche de Abril, tan soñadora,
y en el día, tan dulce y azulado
que se siente el sentido traspasado
por la deidad que adora;
Como el fuego, que el sol, con brillo ingente
derrama sonriente
por los ámbitos todos de la tierra,
y la llena de luz, clara y potente;
como el agua que brota de la fuente
de la nevada sierra;
Pues como eso que siempre te decía,
preciada prenda mía,
así de inagotable es el amor,
así de inagotable es la poesía,
dos tesoros, que amante te daría
como aroma de flor.
17 de Diciembre de 1943

lunes, 16 de enero de 2012

XXIII

Cuando estés por la noche a tu ventana
mirando a las estrellas,
queriendo leer en ellas
si es verdad mi locura y mi pasión,
si un suspiro, quebrándose en la sombra,
se escapa de tu pecho,
piensa que va derecho
como un dardo a partirme el corazón
18 Diciembre 1943

viernes, 6 de enero de 2012

XXII


Arráncale a las musas, genio mío,
el trozo de laurel que orla sus frentes,
que quiero yo tejer una corona
y con ella coronar las blancas sienes
de la ingrata deidad que me traspasa
con la flecha mortal de sus desdenes.
Arráncale a los cisnes la armonía
de su canto ideal y placentero
para dárselo a ella y cuando cante
que su voz argentina entre en mi pecho
y adormezca siquier por un instante
de mi alma el callado sentimiento.
Arráncale, si puedes, a mi lira
unas notas sentidas y suaves;
unas notas que lleven a mi alma
el reposo y la calma que ella sabe
sonoras melodías que tal vez puedan
hacer que un poco mi deidad me ame.
Arráncale a la verde primavera
el olor y la fragancia de sus flores
para hacer con mis manos un pañuelo
con que seque su llanto, cuando llore
sobre el negro ataúd que va labrando
con su ingrato desdén y sus amores.
Que tiene que llorar cuando le digan
que la amé con locura apasionada
y llevéme a la tumba el desconsuelo
de verme despreciado por la ingrata.
¡Si llorará! ¡Lo sé! Yo he de sentirla
que un resto de piedad habrá en su alma.
En la augusta soledad de mi sepulcro
puede ser que mi sueño lo despierte
el aliento y la voz de sus suspiros,
la humedad de sus lagrimas ardientes
que al sorberlas la tierra enmohecida
puede ser que mis huesos fríos calienten.
16 Diciembre 1943