Yo escuché en el silencio de la noche
desgranarse el tesoro de tu voz
y su dulce y sonora melodía
lentamente prendióme el corazón.
Y sentí que te amaba dulcemente
y soñé por la noche con pasión
y al pensar que no puedes ser de nadie
en silencio lloró mi corazón.
8 de Mayo de 1944
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