¡Qué caprichoso es mi sino!
En una tarde serena
encontréme una azucena
en medio de mi camino.
¿Fué dichoso mi destino
encontrando aquella flor?
No lo sé; pero en su olor
sentíme tan embriagado
que después de ya pasado
siento que es mucho mejor
- por que me habla de amor –
el tiempo que se ha marchado.
15 de Agosto de 1944
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