martes, 4 de septiembre de 2012

XLI


¡Qué caprichoso es mi sino!
En una tarde serena
encontréme una azucena
en medio de mi camino.
¿Fué dichoso mi destino
encontrando aquella flor?
No lo sé; pero en su olor
sentíme tan embriagado
que después de ya pasado
siento que es mucho mejor
- por que me habla de amor –
el tiempo que se ha marchado.
15 de Agosto de 1944

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